Hacía tiempo que no tenía un sueño que me llamara la atención, pero ese día fue diferente. Estaba en un lugar muy amplio, con el techo al menos a 10 metros sobre mí y un piso tan pulcro que uno podría animarse a comer en él. A lo lejos vi accesos automatizados a un área aún más grande, a un evento cuyo título era “Psicología colectiva post covid-19” así que entré de inmediato. El lugar estaba lleno de visitantes, conferencias, stands y yo me sentía feliz de estar ahí, a pesar de ser solo un sueño era un evento al que sí asistí, hace ya 25 años. De pronto, todos desaparecian en una especie de efecto digital y yo me transportaba al diminuto apartamento de soltero que tenía en ese entonces.
Cuando desperté, le pedí a nuestro asistente digital, a quien llamábamos “Rom”, que por favor guardara el sueño que acababa de tener en mi archivo personal para consultarlo más tarde a detalle, la administración digital de sueños es algo de lo que más amo del 2046. Me dirigí a la cocina y en cuanto Rom me vio acercarme, sirvió un frondoso café en mi taza favorita, cuyo aroma me alcanzó antes que yo a ella. Amaba ese primer sorbo de café por las mañanas, y más en días como ese, lluviosos y fríos. Me senté junto al ventanal a ver la lluvia y el holoproyector de la mesa comenzó a presentarme las noticias. Inmediatamente me llamó la atención el título de una de ellas: “La asociación nacional de Psicología celebra 25 años de su primer evento híbrido”
¿Cómo fue que los eventos híbridos se posicionaron en la industria de reuniones?
Al principio me quedé anonadado ante tal coincidencia, ¿Cómo es posible que salga una noticia de lo que acabo de soñar?, después, recordé que dejé la configuración de Rom para sugerir contenidos de acuerdo a sueños y entendí un poco más, aunque aún así era peculiar pues la nota salió esa misma mañana. Describía como la asociación, que siempre ha sido muy conservadora, había organizado su primer evento híbrido, en el cual había asistentes tanto remotos como presenciales, dinámicas para incentivar a los asistentes, gamification y todo esto envuelto en las mejores prácticas sanitarias, que eran mandatorias en esos años cuando se reactivo la industria de los eventos después de que toda la economía se pauso por casi 1 año. Pero algo más llamó mi atención. El famoso Psicólogo y escritor Roger Merieux presentó ese día su conferencia magna “percepción selectiva” de forma remota durante el evento. Sin embargo, yo recordaba claramente haber estado parado frente a él e incluso haber visto cómo se le caían los lentes en cierto momento, los cuales recogió de inmediato del piso del escenario, no recordaba en lo absoluto que hubiera estado dando la ponencia de forma remota, y seguro era el evento al que yo había asistido.
Le dí vueltas al asunto por muchos minutos y decidí hablarle a conocidos que habían estado en el evento para verificar mis recuerdos. Todos y cada uno recordaban lo mismo, el haber visto a Merieux presencialmente durante el evento, incluso uno de ellos mencionó recordar que lo vio llegar al estacionamiento en su auto. Comencé a buscar más sobre la conferencia y sobre él y toda la evidencia mostraba que no había estado en el evento, que solo había transmitido desde su oficina en Francia y el streaming en vivo de su ponencia se había expuesto durante el evento. Seguí indagando y encontré un artículo del mismo Roger hablando del efecto Mandela.
Básicamente, el efecto Mandela es cuando la sociedad recuerda hechos que no ocurrieron realmente. Es nombrado así por el caso de Nelson Mandela, sobre quien miles de personas aseguran recordar con todo detalle que murió en la cárcel, dando detalles incluso del funeral y sus familiares en duelo, sin embargo él murió muchos años después. En el artículo de Roger, aseguraba que este efecto era debido a la percepción selectiva de los individuos, donde uno de ellos, usualmente con el rol de líder, “infectaba” a los demás con dicha percepción hasta crear un recuerdo masivo falso, autoconsistente y reforzado en sí mismo por las anécdotas de un grupo cerrado.
Decidí creerle a Roger y me puse a ver su conferencia de hace 25 años nuevamente, la cual volví a disfrutar enormemente, y por un momento, me imagine como en ese evento híbrido de hace tantos años, que el ponente estaba a mi lado, exponiendo su tema.
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Aunque esta historia es ficción, es común que esta supere la realidad, y que el futuro de los eventos ya este aquí, incluso ya estaba aquí pero ahora cobra relevancia para cambiar nuestra percepción hacia incluir no solo a ponentes y asistentes en sitio, sino también a toda una audiencia remota a la cual ahora podemos llegar fácilmente gracias a la tecnología, y no solo eso, sin hacerles sentir una experiencia memorable, y el célebre “vívelo como si estuvieras ahí” Espero que esta breve historia les haya gustado, y nos haga reflexionar sobre la mejor forma de hacer un evento más real, y recuperar la interacción humana que esta industria propicia.